Es un masaje muy diferente a lo que estamos acostumbrados a entender por la palabra masaje, lo primero que nos viene a la cabeza al pensar en esa palabra es camilla, aceite y espalda. El masaje tradicional tailandés rompe con esos tres conceptos, cambiándolos por futón, ropa cómoda y todo el cuerpo.
Combina diferentes técnicas y manipulaciones en forma de presiones y estiramientos con el objetivo de liberar tensiones del cuerpo y ayudar a que este se autorregule por sí solo, caracterizándose por ser un masaje profundo e intenso pero en ningún caso doloroso.
Cuando el cuerpo se encuentra en un estado óptimo tanto físico, emocional y mental todo el organismo funciona perfectamente y está libre de enfermedad. El masaje tailandés, al igual que todos los masajes de culturas orientales, forma parte de los tratamientos médicos preventivos, no deberíamos llegar al extremo de padecer algo para recurrir a hacernos un masaje de cualquier tipo, si no tomarlo como un hábito saludable para nuestra salud.
Beneficios:
* Mejora la postura, al estirar la musculatura y movilizar la columna es sus cuatro movimientos.
* Activa el sistema linfático.
* Tonifica el sistema nervioso.
* Incrementa la flexibilidad de la musculatura, fortalece los ligamentos y tendones. Evita lesiones musculoesqueléticas.
* Mejora el riego sanguíneo.
* Regula los estados de ánimo, armonizando la conexión entre cuerpo, mente y alma.
* Fortalece el sistema inmunológico.
* Disminuye el estrés. Aportando un alto grado de relajación.
* Disminuye el insomnio, ansiedad, fatiga...
* Mejora la capacidad respiratoria.